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¿Asusta la nueva publicidad en la red?

Como usuario de Gmail, ya estoy acostumbrado a su publicidad relacionada con el contenido… pero el otro dí­a me asusté, y eso que antes no lo habí­a hecho. Tratando de organizar via mail un viaje encontré que la publicidad de gmail me ofrecí­a «vuelos a Belén», y en este caso «Belén» hací­a referencia claramente referencia a una persona muy allegada a mi… y es cuando se trata de personas cuando nos volvemos más recelosos de nuestra intimidad y por unos momentos Gmail, dejó de parecerme la gran herramienta que siempre he pensado que era.

Los ejemplos de este tipo de publicidad son varios, Facebook publicando los datos de compra de sus usuarios, floristerí­as que te recuerdan mandar flores el dí­a del cumpleaños de tus allegados son algunos de los ejemplos, pero de lo que no cabe duda es de que esto acaba de empezar, que los departamentos de márketing y publicidad han encontrado la herramienta perfecta en Internet, que nos seguirán hasta la extenuación y que cada vez la publicidad será más y más dirigida, y ya no habla de pequeños nichos, o usuarios de la «larga cola«, sino de individuos únicos.

Ahora bien, al ser este un terreno novedoso los efectos de este tipo de publicidad todaví­a no están estudiados (o al menos que yo sepa). ¿Puede producir este tipo de publicidad un efecto de rechazo? ¿Acabaremos acostumbrándonos a este tipo de intromisiones?¿Acabaremos encontrando útiles este tipo de publicidad?.

Sin duda habrá un efecto de costumbre, todo cambio puede resultar extraño y los pioneros tendrán (¿tienen?) problemas, como es el caso de Facebook.

También tendremos que tener en cuenta ciertas barreras, determinadas informaciones son demasiado delicadas para ser analizadas. ¿Se imagina publicidad de funerarias cuando comunica la muerte de algún allegado a sus amigos ví­a mail? ¿O de portales de búsqueda de pareja en un mail de despedida de su actual compañera sentimental?

Por tanto, habrá que ser cautos, los beneficios de un «targeting» preciso son muchos, pero pasar la frontera puede tener un efecto contraproducente bastante difí­cil de paliar, que tal vez puedan ser mitigados con herramientas más precisas y un análisis de datos más cuidadoso.

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